Sobre ocupar el lugar de nuestros padres
Toda esta semana he estado dando vueltas al asunto de como la vida se vuelve a repetir y vuelve a ser vivida de generación en generación.
Lamentablemente esta semana perdí a un familiar ejemplar, un hombre integro que se entregó siempre a los suyos, que tuvo tanto amor para dar que le alcanzó para entregarse a las personas con las que no tenía ninguna responsabilidad, así fue el conmigo, como un segundo padre.
Buscando algunas palabras de consuelo para mi primo no se me ocurrió otra cosa más que mencionarle que de alguna extraña manera espiritual “Nosotros acabamos ocupando el lugar de nuestros padres”
Cuando mi padre ya no estuvo tuve que ocupar su lugar en muchas cosas como las responsabilidades del hogar, el trabajo y la familia, pero sobre todo con el pasar del tiempo me he dado cuenta que acabé ocupando un lugar espiritual de lo que significó mi padre para todos los que lo rodearon.
Ahora que voy a ser padre y que el mío ya no está no dejo de pensar en como vivió él este proceso ¿acaso tenía los mismos sentimientos que yo sobre ser padre? el fue un buen padre pero al igual que yo seguro no estaba consciente de todo lo que me transmitiría a mi para de alguna manera seguir “viviendo su vida”.
Ultimamente he tenido la coincidencia de realizar las mismas visitas al doctor en los mismos lugares y de las mismas formas en las que mis padres lo hicieron, he externado las mismas dudas que ellos tuvieron cuando vivieron su proceso con su familia y seguro con mi esposa estoy recreando los mismos momentos que ellos vivieron hace mucho tiempo.
¿Inconscientemente acabaré educando a mi hijo para que el ocupupe mi lugar y que siga transmitiendo nuestra esencia cuando ya no estemos?
Tal vez todo esto suene un tanto extraño pero estos pensamientos han asaltado mi mente durante los últimos meses y esta semana se intensificaron; lo único que sé es que todo lo bueno que nos dejan nuestros padres sigue con nosotros y “de alguna extraña manera” lo seguiremos transmitiendo a nuestros hijos.