Mudandome a los comics digitales
No quiero hacer una larga remembranza de mi historia como lector de historietas, creo que esto está por demás dado que toda persona que me conozca o al menos me siga en mis redes sociales sabrá de mi afición por este tipo de narrativa. Un hecho relevante a considerar es que toda mi vida me he dedicado a leer y coleccionar ediciones en español publicadas bajo el formato de licencia en México, no me pregunten porque pero es una forma de consumir historietas de la cual nunca me había cuestionado por qué lo hacía de esta manera… hasta ahora.
El consumir cómics de esta manera siempre conlleva ciertos problemas de la industria nacional que a últimos años se han acrecentado; me refiero a que en México al ser una industria pequeña la cantidad de publicaciones es reducida, se tiende a publicar material que se deja inconcluso inclusive con pocos números desde el lanzamiento, el aumento de precios ha sido significativo de unos años hacia acá, no hay una unificación ni variedad de formatos en los cuales podamos decidir leer y coleccionar alguna historia, constantemente tenemos reediciones de cómics que se ha vendido bien en el pasado por lo cual volvemos a ver ediciones en los estantes y un largo etcétera que ya no vale la pena mencionar.
Originado de todo esto hace unos meses me plantee la posibilidad de poder comenzar a leer algún material original en inglés y publicado en Estados Unidos, si bien es cierto que actualmente Amazon cuenta con importaciones bastante accesibles el precio muchas veces es restrictivo por lo que me decidí por mirar opciones digitales para leer en mi iPad.
Esto es algo a lo que yo siempre estuve negado por ser un lector de materiales físicos y en idioma español, tenía la inquietud de comenzar a hacer esto pero me faltaba un aliciente que me motivara a dar este salto, fue entonces cuando me decidí a leer toda una serie de esas que siempre dejas atrás porque la leerás “cuando tengas tiempo”, pensé que si ya iba a realizar el esfuerzo por leer en otro idioma y otro formato diferente también debería dale oportunidad a lo que no leía regularmente, así fue como decidí plantearme este reto y encontrar al menos un par de momentos al día para leer algunos números y avanzar en lecturas que tenía olvidadas.
La serie elegida fue el clásico The Death of Superman, una historia dividida en 5 tomos con un total de 54 números que comencé a leer el 25 de enero y los terminé el 13 de abril.
Lo primero que noté con este ejercicio es que todas esas ventajas que damos por hecho en dispositivos móviles como el iPad también se aplican a la lectura de cómics, disponibilidad en todo momento de tu dispositivo, esto por ende hace que puedas sacar tu tableta en cualquier rato libre y comenzar a leer, gran calidad de las imágenes que te hace por ampliar y fijarte en cada detalle del dibujo a la perfección, alta disponibilidad de números gracias a la prácticamente infinita biblioteca que tiene Comixology a golpe de pantalla.
Puedo decir que este experimento ha sido muy satisfactorio ya que de alguna forma he encontrado un propósito para leer cómics digitales, el usar mi iPad para dicha tarea ha traído practicidad al acto de leer cómics y de alguna forma me gusta pensar que de esta forma he comenzado a leer todo eso que siempre quise pero “nunca tenía tiempo”.
¿Dejaré de leer cómics impresos en papel y leeré sólo en digital?
Definitivamente no.
La pocas ediciones físicas que alcance a adquirir (sobre todo Ómnibus o Compendium) serán ediciones en ingles importadas por medio de Amazon, esto me permitirá seguir coleccionando y leyendo algunas series por las que tenga una clara predilección. Por otra parte la lectura digital seguirá siendo una parte alterna que imagino tomará más relevancia en mi consumo regular y me permitirá además de seguir la actualidad poder leer algunos arcos que siempre quise y que difícilmente me daba el tiempo de atender.
Prácticamente escuchamos en todos lados que lo digital llegó para quedarse, quiero pensar que aún hay algo especial en todos los que seguimos leyendo cómics impresos como aquellos niños que lo hacían al principio del siglo pasado; por el momento esta fórmula me está funcionando así que habrá que seguir caminando hacia el futuro aunque sigamos anclados de cierta forma al pasado.