La nostalgia de los que corríamos con un chip en el zapato y un iPod en la mano
Cuando comencé a correr allá por 2010 definitivamente no sabía nada sobre equipamiento deportivo, comencé como la mayoría de personas lo hacen con un pants que tienes guardado en el fondo del closet y unos tenis viejos, cuando me enganché con el running obviamente me fui adentrando cada vez más y conocí a uno de mis mentores Ricardo Zamora (que ya conocía desde hace mucho por Radioactivo y Dommo), en esa época tenía un reto en la plataforma de Nike+ que justo tenía un resurgimiento ya que habían comenzado a integrar la parte social al registro de carreras que ya existía, para poder dar un seguimiento a tus distancias tenías que adquirir los tenis de la marca que permitieran colocar el chip y sincronizarlo con algún dispositivo ya sea Sport Band o Sport Watch de Nike, también podía ser vinculado con el iPhone o iPod Nano, esto era la prehistoria del seguimiento de tus carreras ya que hoy en día cualquiera con un teléfono inteligente puede obtener un seguimiento bastante confiable únicamente utilizando una de las decenas de buenas aplicaciones que existen.
Yo adquirí por aquel entonces unos Nike Lunar Shwift 2 y una sport band para realizar mi primer entrenamiento para la carrera Nike We Run de 2011, en ese momento descubres que debes tomarte esto en serio y tienes que invertir en equipo de calidad pero el seguimiento de tus carreras todos los días te puede decir mucho sobre tu salud, tu progreso y tu estado de forma, todos los días tenía el ritual de llegar a la oficina y descargar vía USB toda la información de mis carreras a mi computadora; posteriormente adquirí un Sport Watch que ya incluía GPS y permitía visualizar la ruta que habías seguido, ver la altimetría y tu ritmo de carrera, en ese momento también corría con iPod Nano donde llevaba mis podcast y mi música, no me pregunten por qué pero no me gustaba cargar mi iPhone cuando corría por lo que el reloj y el iPod fueron mi combinación ganadora.
En 2014 cuando adquirí mi iPhone 6 decidí utilizar únicamente la ya famosa aplicación de Nike Running que en ese momento ya permitía visualizar tu ruta mediante GPS, ritmo de carrera y altimetría, también incluía toda la parte social integrada para compartir con la comunidad y en redes sociales, además de tener programas de entrenamiento integrados por lo que la idea de capturar todo en un dispositivo externo y sincronizarlo mediante iTunes para después visualizarlo en una Web complicaba todo el asunto, simplemente la capacidad de la aplicación comenzó a hacer estos dispositivos obsoletos. En aquel momento también los zapatos dejaron de venir con el habitáculo para chip, poco a poco dejaba de ser atractiva la idea.
El último drama vino hace aproximadamente dos años con una actualización mayor de la aplicación que pasó a llamarse Nike Running Club (NRC) donde en un cambio de marketing Nike busca vendernos más la experiencia de los clubes de corredores que hay regados en todas las ciudades del planeta, desde ese momento el fin se veía cerca para todos sus dispositivos, la falta de actualizaciones de los equipos y el enfoque por el software ha hecho que nos olvidemos de ellos.
Hace unos meses recibí un correo de la marca indicando que todos estos dispositivos dejarían de funcionar con la plataforma a partir de Mayo.
Esto cierra un capítulo tecnológico muy interesante para los que corremos y amamos la tecnología, los tiempos cambian y la tecnología no espera a las marcas, los usuarios debemos adaptarnos lo antes posible, actualmente corro con un iPhone 8 y la aplicación NRC combinado con mi Apple Watch Nike+ que integra la plataforma perfectamente, los Airpods inalámbricos han cerrado el circulo sobre lo que necesito para registrar mis carreras y dar seguimiento a mi actividad física, hace 8 años los amantes de la tecnología recurríamos a todo un ritual que nos permitía correr alimentando nuestra incesante acumulación de datos pero hoy en día la simpleza y portabilidad han llegado para quedarse.